Esta motivadora película nos muestra cómo un docente que reamente quiere hacer su trabajo vence todos los obstáculos que se presentan, mostrando que no hacen falta tener poderes mágicos o tener grandes músculos para convertirse en un héroe para sus alumnos, únicamente se requiere paciencia y ganas de trabajar… con estos dos ingredientes, puede cambiarle la vida a las personas.
El señor Pat Conroy (a quien sus estudiantes llaman Conrack porque no pueden pronunciar su apellido correctamente) llega con ganas de transformar la situación que viven los niños de una aislada localidad de Estados Unidos, habitada principalmente por familias afroamericanas de escasos recursos. Lo que él no sabe es que debe enfrentarse a un grupo de estudiantes cuyo aislamiento los mantiene ignorantes e inocentes.
La maestra que tenían los estudiantes, además de ser la directora, no aplicaba una metodología indicada, porque no les prestaba atención durante las clases y sus castigos los infringía a golpes. Conrack sabía que eso no era lo conveniente, por lo que él trataba de enseñar sin agredir a ninguno de los chicos, aunque a veces merecieran algún castigo.
Otro gran obstáculo era que no solo los niños eran analfabetos, sino los padres tampoco tenían conocimientos de educación, ya que solo trabajaban e incluso le tenían miedo al mar porque no sabían nadar. Conrack, al ver esto, enseña a sus alumnos a defenderse en los ríos y mares para que pudieran salir de ese condado en donde se encontraban aislados de la sociedad.
Lo que él pretendía es que los estudiantes ampliaran su mente, pero también sus deseos de superación, que tuvieran la suficiente confianza en ellos mismos de buscar más, de querer más en sus vidas, de no acomodarse a la vida en aislamiento en la que habían crecido siempre.
Empieza su tarea, despertándoles la sed por el conocimiento y el respeto hacia su maestro y hacia ellos mismos. Les muestra el mundo exterior, los hace escuchar música clásica, les proyecta películas, les enseña a nadar y hasta a cuidar de su higiene personal y dental. Aunque el lugar en el que vivían era aislado, Conrack se las ingenia para incluir la tecnología en sus clases, llamando así la atención de sus estudiantes, creando un clima de convivencia muy positivo para todos.
Los pocos meses que tuvieron al maestro Conrack fueron suficientes para crear un gran aprecio y cariño de parte de los niños hacia él, lo veían como a un amigo, y se sentían seguros con él. Y lo más importante de todo, aprendieron muchísimas cosas, después de haber vivido en un analfabetismo casi completo durante toda su vida.
Por esta razón, entra en un conflicto grave con la directora, el superintendente y hasta con los padres de familia que no quieren ver cambios en sus hijos, porque no están preparados para esto. Al final, lo despiden basándose en que sus métodos de enseñanza son inadecuados, pero especialmente por su insistencia en afirmar que el racismo que los rodea se debe en gran parte a la limitada educación que reciben los niños.
La despedida es realmente triste, no solamente por dejar atrás a un grupo de niños muy especial para él, sino porque realmente sabe que ellos no tendrán nunca más otra oportunidad de aprender, de conocer más acerca del mundo, de superarse. Conrack sabía que no tendrían más un maestro como él, con vocación por enseñar, y que nunca serían cultos, porque eso no le importaba a la sociedad en la que vivían. Sin embargo, para despedirse de él, los alumnos deciden colocarle la quinta sinfonía de Beethoven (la sinfonía de la muerte), mientras el bote que lo transporta se aleja en el mar, y con esta canción le demuestran el pesar inmenso que sienten en su corazón al verlo partir.
COMPARACIÓN CON OTRAS PELÍCULAS:
Aunque he visto muchas películas motivacionales para docentes, en cada ocasión me convenzo más que nuestra realidad en esta profesión es muy diferente a lo que se plasma en la pantalla grande, porque para ser docente, se tiene que ser con el corazón, tener pasión por la educación, amar a los alumnos, involucrarse en su día a día para comprenderlos y poder ayudarlos cuando lo necesitan.
En su mayoría, las películas nos muestran docentes proactivos, motivados, inspiradores, ejemplos a seguir, que logran compenetrarse de tal forma con sus estudiantes, que su impacto hace que éstos cambien su vida. Sin embargo, en Conrack el final no es muy feliz que digamos.... aunque Conrack es un docente excepcional, único e involucrado al 100% con sus estudiantes, la época en la que se ubica la historia no permite que el trabajo realizado por este docente sea apreciado. Por supuesto que sus alumnos sí lo apreciaron, hasta lo llegaron a querer de tal forma que cuando es despedido para ellos fue como si hubiesen muerto. Pero la sociedad no aprobó nunca lo que Conrack hizo.
CÓMO INFLUYEN LAS REDES SOCIALES EN LA ACTUALIDAD?
El mundo se ha vuelto un pañuelo desde que las redes sociales tomaron control de nuestras vidas. Aunque aún existen personas que no tienen acceso a ellas, las que sí lo tienen dependen cada día más y más de ellas. Y por qué no? Si nos sirven para enterarnos de todo el acontecer nacional y mundial, nos sirven para estar en contacto con nuestros seres queridos que se encuentran lejos de forma inmediata, podemos enviar todo tipo de información por medio de ellas, nos abren las puertas al mundo entero sin tener que movernos de nuestras casas... etc, etc, etc.
Entonces, por qué hablan de las redes sociales como algo malo?
Primero, tenemos que ser conscientes que todo lo bueno tiene su lado malo, y aquí entra en juego el importante papel de la EDUCACIÓN. Si nuestra educación es sólida, nuestro papel en las redes sociales se reflejará de esta forma, compartiendo cosas positivas, actuando con los valores que se requieren para que nuestros perfiles sean adecuados a los ojos del mundo entero.
Pero cuando carecemos de la educación y madurez suficiente para enfrentarnos a este tipo de comunicación, podemos caer en un círculo vicioso del que, tal vez, no tengamos salida.
Cuando el mundo nos abre sus puertas, también se nos abren las posibilidades de caer en malas tentaciones, o ser presa de personas que no tengan buenas intensiones. Esto se refleja cada día más cuando vemos las noticias y constatamos que se cometió algún abuso o asesinato tras hacer los contactos necesarios con la o las víctimas por medio de las redes sociales.
Lamentablemente no podemos cambiar muchas situaciones a nuestro alrededor, pero creo que sí podemos ser agentes de cambio. Si los muros, publicaciones, chats, imágenes, videos y links que compartimos transportan mensajes positivos, enriquecedores y educadores, poco a poco podemos demostrar, tanto a nuestros amigos como a los que por curiosidad ven nuestras páginas, que, por medio del positivismo, podemos lograr muchas cosas.
Entonces, está en nosotros mismos el cambio, en nuestras publicaciones, en los amigos que permitamos entrar a nuestro mundo virtual, y los que bloquiemos por ser inadecuados de acuerdo a nuestros ideales. Compartamos cosas positivas, proactivas y educativas para poner nuestro granito de arena con la esperanza de que algún día las redes sociales tomen un nuevo rumbo.