Cuando hablamos de Inteligencia emocional nos referimos a esa área de la inteligencia que nos permite interrelacionarnos con las personas que están continuamente en relación con nosotros. Desde las personas que vemos a diario, personal o profesionalmente, hasta aquellas con quienes interactuamos esporádicamente por la distancia, o cualquier otra razón.
De acuerdo a los estudios realizados por Garner en 1980, se incorporan a las inteligencias las interpersonales e intrapersonales, que nos ayudan a comprender y resolver situaciones, desarrollando nuestra capacidad de interacción con los demás.
Pero por qué es esto importante?
Porque la inteligencia no es una garantía en esta vida. Muchas veces encontramos personas que durante su vida estudiantil fueron muy inteligentes, siempre estuvieron en cuadros de honor, recibiendo solo notas perfectas. Sin embargo, con el pasar de los años, estas personas no han podido triunfar, no logran llenar sus propias expectativas, no pueden desenvolverse en su medio ambiente natural.
Por esto, aunque parezca ilógico, encontramos que personas menos inteligentes ocupan puestos administrativos más altos que las personas que tienen un coeficiente intelectual más elevado.
Es aquí en donde la inteligencia emocional toma el control. Cuando somos capaces de reconocer nuestros propios sentiientos, los sentimientos de los demás, cuando podemos motivarnos ante situaciones adversas para actuar positivamente, y cuando podemos manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los demás y con nosotros mismos, podemos considerarnos como emocionalmente inteligentes.
Y este tipo de inteligencia nos proporciona una serie beneficios que nos permite ser reconocidos por los demás, requisitos que, por ejemplo, son muy importantes en un líder, en una persona que pretende tomar las riendas de una institución, de un director, administrador, etc.
Una persona emocionalmente inteligente tiene que ser capaz de:
1. Conocerse a sí mismo
2. Conocer la sociedad en la que se desenvuelve
3. Autorregularse
Tenemos que crear una conciencia de nuestras emociones, valorar cada aspecto positivo que tengamos, tener confianza en las decisiones que tomamos, enfrentar los retos positivamente, aceptar que somos humanos y podemos cometer errores, pero ser también capaces de enmendarlos. Si nosotros estamos bien, física y emocionalmente, nuestra proyección hacia los demás será siempre positiva.
A la vez, tenemos que aprender a ser empáticos, a pensar en los demás y preocuparnos por las personas con quienes interactuamos día a día, ponernos en sus zapatos y tratar de entenderlos para poder apoyarlos. No estamos solos en el mundo, cada persona a nuestro alrededor tiene un propósito, cada persona con quien nos relacionamos puede aportar algo en nuestra vida, y es por esto que debemos ser capaces de socializar, para enriquecernos más como personas.
Otro punto muy importante que nos permite incrementar nuestra inteligencia emocional es el ser capaces de controlar nuestras emociones, ya que perder el control es perder la razón. El autocontrol es la competencia más importante que podemos tener para desenvolvernos en la sociedad.
Pero todo lo anterior no podemos lograrlo sin la autorregulación. En el ámbito laboral es muy importante tener en cuenta que la autorregulación significa ser íntegro, sincero, responsable, comprometido, actuar con iniciativa y tener la capacidad de adaptarnos a los cambios para poder innovar. Pero para sentirnos seguros, primero debemos saber en dónde estamos, quiénes somos y a quienes podemos solicitar ayuda. Debemos tener la capacidad de aprovechar a las personas que trabajan directamente con nosotros, para sacar lo mejor de nuestro grupo, y obtener un trabajo en equipo más efectivo.
Despues de todos estos datos me surge una duda... podemos "MEJORAR" nuestra inteligencia emocional?
Según muchos científicos, sí, es posible. Podemos ser capaces de formarnos específicamente sobre ellos, tender la manos a otra persona, apoyarnos mutuamente o sacar adelante ese trabajo mediante la "felicidad laboral". Resulta difícil medir la inteligencia emocional, pues no existe ningún tipo de examen que valore y cuantifique este concepto, a diferencia de los que determinan nuestro ciciente intelectual, por ejemplo. Sin embargo, podemos "REGULAR" nuestra emociones, pilar sobre el cual se puede asentar la inteligencia emocional.
Investigando un poco acerca del tema, encontré que el término psicológico de inteligencia emocional es fundamental para lograr un buen desarrollo y funcionamiento de muchas empresas que existen en la actualidad. Tanto que en el año 2007 se constituyó el primer Clúster de Inteligencia Emocional, en el que participan varias compañias con el objetivo de apoyar el "buen hacer" de las empresas, obtener equipos de trabajo más eficientes, y lograr un mejor liderazgo y comunicación dentro de los diferentes puestos de mando.
Entonces.... en dónde entra la Tecnología???
El ser humano por su naturaleza y en su constante evolución, ha establecido una alianza entre las emociones y el pensamiento inteligente, en el que el mundo emocional está al servicio de la mente, y la mente sirve a las emociones. Y esto está bien, porque nos permite establecer un equilibrio o balance que nos ayudará a funcionar como personas racionales/sociales.
Es aquí donde la Tecnología actual puede ayudarnos. El poder interactuar utilizando una computadora puede romper muchas barreras. Los jóvenes que son socialmente tímidos, tienden a ser los usuarios más asiduos de las redes sociales. El poder deshinibirse sin mostrarse personalmente les da más valor, y los ayuda a iniciar una interacción que puede afianzar su confianza en sí mismos, como personas, mejorando también su inteligencia emocional.
Pero, ojo, mucho ojo, porque el efecto puede ser también negativo. El saberse protegido por una red, el saber que no tiene que dar la cara para afrontar a otras personas puede dar paso a malos sentimientos. El perder el miedo puede aumentar falsos valores.
Otro inconveniente que conecta a la tecnología con las emociones es el Bullying Cibernético, un problema que ha ido en aumento con el decremento de los valores morales. Las redes sociales como Blog, facebook, twitter etc. son la nueva forma de comunicarnos pero también se han convertido en herramientas para atacar a otros, tanto en los colegios de enseñanza básica y media, así como en la universidad e incluso en el ámbito laboral.
Lamentablemente aún se tiene la idea de que es un tema menor,
que no tiene relevancia, pero si lo analizamos la mayoría de nosotros somos cómplices guardando silencio, o participando con una sonrisa o un comentario.
Es tremendamente importante que tomemos conciencia, que éste es un problema que esta entre nosotros. Y lo malo es que podemos tener amigos, familiares o menores de edad sufriendo este grave problema, o incluso ser nosotros mismo quienes estemos padeciendo como víctimas o victimarios. Si desea interiorizarse más, sencillamente entre a internet y busque
sobre el tema, se sorprenderá la cantidad de apoyo que puede recibir, si
solamente lo solicita...
Cada día hay más acceso a tecnología y eso es bueno, pero debemos que estar atento en cómo se utiliza. Y lo más importante, debemos actuar inteligentemente, desconectando nuestras emociones del mundo virtual, para que no nos afecte lo que allí sucede.
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